Creadores de contenido debaten sobre influencia responsable en la UMA

"Andalucía influye". Es el título del encuentro de jóvenes 'influencers' de Andalucía que ha tenido lugar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga este martes. Un acto que ha abierto y presentado la periodista Belén Martín y que ha sido continuado por autoridades de la institución como la Vicerrectora de Comunicación, Margarita Pérez Martín, y la Vicedecana de Estudiantes, Belén Bahía. "Se puede ser 'influencer' sin evadir impuestos y sin dar información falsa", ha apuntado José Francisco Domínguez del Postigo, presidente del Consejo Audiovisual de Andalucía. El presidente ha apelado a la necesidad de hacer un buen uso de las herramientas digitales, evitando prácticas delictivas que merman la convivencia. "El ignorar lo que hacemos no nos exime de la responsabilidad", ha destacado la presentadora de las palabras de Domínguez del Postigo.
El vocal de ICMEDIA, Enrique Pariente, ha valorado muy positivamente la labor de los 'influencers' asistentes al evento. Patricia San Miguel, coautora del libro Influencia responsable, ha mencionado que la presión social que antes se daba en los círculos más cercanos, "ahora también se produce en tu mano". Ante la industria de las redes sociales, el 'libro blanco' resulta constituir un marco en el que se enfrentan los retos y problemas del mundo de los creadores de contenido. "Lo que busca es velar por los derechos de los usuarios", ha apostillado.
Sarah Almagro, Alejandro Ortega y Noelia Ruiz (@noelapeskaera) son los creadores de contenido andaluces que han tenido a bien acudir al encuentro. José Luis Munuera, árbitro de la RFEF, que iba a asistir pero finalmente ha acabado enviando un vídeo que se ha proyectado en el Aula Torrijos de la facultad, ha destacado la importancia de "construir un entorno digital a través del respeto" y de "ser conscientes de que los perfiles en redes sociales se tienen que cuidar muy bien para transmitir los valores que tiene cada uno".
Almagro relata que se inició en las redes sociales cuando se encontraba en el hospital. Necesitaba ayuda para sufragar los gastos de las prótesis, y pensó que pidiendo ayuda a la sociedad podría solucionar el problema. Así lo hizo. Alejandro, por su parte, cuenta que siempre ha querido ser músico. "No fue hasta los 18 años que me di cuenta que la música estaba para ser compartida con los demás", ha asegurado. Comenzó a tocar para la comunidad durante la pandemia, con el objetivo de entretener a la gente. Cuando vio el agradecimiento, decidió crear su perfil en TikTok. Noelia, mientras trabajaba limpiando pescado, dice que se aburría. Tuvo la iniciativa de comenzar a grabar vídeos limpiando boquerones. Para su sorpresa, tuvo casi un millón de visualizaciones. Decidió continuar y hasta día de hoy, que lo considera un trabajo, ya que "hay gente que lo único que tiene delante es un móvil o un televisor, y están en el hospital o en su casa y necesitan entretenerse".
La labor de Sarah Almagro es digna de admirar. Denuncia que la plataforma Instagram, cuando quiso quejarse en un vídeo acerca de un comentario de odio contra ella, no le permitió hacerlo. "Casi me cierran la cuenta", lamenta. Alejandro, a pesar de tener miedo escénico, continuó con la aventura en las redes y empezó a tocar en la calle para perderlo. Noelia relata que cuando subió un vídeo viral regateando en la lonja para comprar productos para su pescadería en el malagueño Mercado de Salamanca, recibió comentarios positivos pero también algunos negativos. Los tres coinciden en que, aunque la mayoría sean comentarios sin intención de hacer daño, hay un porcentaje que sí tienen esa finalidad.
La presentadora del evento no ha podido evitar mencionar lo más polémico del mundo de los creadores de contenido: el beneficio económico. Alejandro afirma que mensualmente ha llegado a obtener apenas 200 euros, pero su papel en las redes sociales le ha permitido extrapolar su actividad musical a otro tipo de eventos. Noelia asegura que aunque sea un dinero extra importante, no podría vivir de las redes sociales. "Las redes son la ventana para que el público te vea". A partir de ahí, confiesa que ha podido ganar más dinero a través de agencias y programas. A Noelia le gusta la pescadería y no podría vivir de las redes. "A mí me gusta trabajar, me aburriría si no lo hiciese", explica al ser preguntada sobre si dejaría de trabajar si se pudiera permitir vivir de internet. Almagro utiliza sus beneficios para su pasión deportiva: el surf. "A veces quieres ser una persona normal", dice Noelia, apelando a la falta de privacidad que los creadores de contenido sufren. Al ser preguntados por el público sobre si es positiva o negativa la reciente legislación que regula la actividad de los creadores de contenido, consideran que "siempre que se regule en beneficio de los usuarios y creadores está bien", contesta Almagro. Los 'influencers' han concluido el encuentro dando una serie de consejos a todos los asistentes interesados en la creación de contenido.