ENTREVISTA

En la piel de un conductor de la EMT: "La rutina es dura, pero merece la pena"

Javier Luque es conductor de la Empresa Malagueña de Transportes, pero también compagina su trabajo con la carrera en periodismo, la vida familiar y su web (zoyderpalo.com)
Javier Luque, en la cochera de la EMT / Península
Javier Luque, en la cochera de la EMT / Península

Es un lugar que con poca frecuencia los malagueños solemos visitar. Nos aventuramos a cruzarlo solo en agosto, cuando vamos en dirección a la feria. Desde lejos, parece una nave o un almacén gigante cualquiera, pero detrás de esa caja rojiza y verde de ladrillos, se esconden los engranajes que hacen funcionar la maquinaria del transporte público de la ciudad. Es el corazón de la movilidad malagueña. Javier Luque camina sonriente hacia el equipo de Península que acaba de llegar a la cochera y está pasando el control de acceso. «Van conmigo, Ana», le indica con familiaridad a su compañera. Atravesadas las puertas del acceso número 97, cambia su rumbo y entra en unas oficinas. Allí se encuentran los sindicatos de la empresa. Javier, además de conductor, es delegado sindical de UGT en la compañía.

¿Cómo llegaste a la EMT?

Soy agente único, lo que conoce la gente como conductor de autobús. En mi época de estudiante hice auxiliar administrativo, estuve en informática pero luego lo dejé y me fui al servicio militar, pensando en hacer carrera e irme a la Guardia Civil. Aquello se truncó, pero gracias a un proyecto de radio de un profesor de lengua (mi queridísimo Paco Porcel), me picó la venilla por la comunicación. Nunca lo he llegado a desempeñar, pero para matar ese gusanillo suplí ese interés con el diario sociocultural zoyderpalo.com. Desde el año 2009 llevo desempeñando una labor periodística y agradezco a todo el barrio ese cariño. Ya sobre la conducción, desempeño este trabajo desde el año 2015, cuando me metí en la bolsa de trabajo del ayuntamiento. Esa bolsa fue del año 2008, pero ya llevo trabajando como conductor desde el año 2000. Primero en Cruz Roja, después en el autobús rojo turístico y después en un instituto hasta llegar a la EMT, una de las principales empresas de transportes a nivel nacional.

Te levantas y vas a la cochera, ¿cómo empieza el trabajo?

Mi día a día comienza a las 5. Entre las 5 y las 7 intento echar para adelante mis estudios universitarios. Después preparo a mis hijos para el colegio, desayuno y me dirijo hacia la EMT. Eso cuando estoy en labor sindical, en caso de ejercer como A.U., dependerá del turno asignado. Y ya salgo corriendo para la facultad hasta las ocho, siete… depende del día. Ya los fines de semana intento arañar momentos. Está siendo duro porque llegas a casa arrastrándote, pero tengo mucha ilusión. Y es gracias a mi mujer, Ana Belén, que será el 50 o 60 por ciento del éxito el día de mi graduación. 

La cochera de la EMT, en Camino San Rafael / Península
La cochera de la EMT, en Camino de San Rafael / Península

¿Cómo son vuestros turnos? ¿Puede llegar a ser un trabajo monótono?

Tenemos turnos rotativos. No todas las semanas son iguales, ya que hay semanas que trabajamos variando. Yo trabajo una de tarde y otra de mañana. Depende también del escalafón en el que te encuentres. Cuando entras a esta empresa, empiezas como correturnos general y dependiendo del tiempo que lleves, vas ascendiendo. Siendo correturnos vas dando saltos entre todas las líneas de buses. En mi caso, como también soy delegado sindical, hay días en los que estoy en la oficina. A pesar de que pueda parecer monótono, en realidad suelo llevar la mente concentrada en la conducción pero además voy disfrutando del viaje. Veo Málaga, atardeceres y amaneceres, gente distinta… también la compañía de la radio es fundamental. Le voy dando ese enfoque y procuro que no pueda conmigo la monotonía.

En la feria de agosto, sois imprescindibles. Sería impensable una feria sin vosotros. ¿Cómo es de estresante esa temporada? ¿Cómo os organizáis? 

La Feria de Málaga es un servicio especial. El servicio que presta a diario la EMT es un servicio ordinario, por el cual el precio regido por norma municipal es distinto. En la feria damos a Málaga un servicio que se sale de lo normal. De hecho, hay conductores que, una vez terminada su jornada ordinaria, se ofrecen para la feria. Este año hemos tenido unos movimientos de personas increíbles. ¿Es estresante? Sí ¿Lo tenemos asumido? Pues también. Somos grandes profesionales y sabemos a lo que nos enfrentamos. Nos ofrecemos para dar una imagen extraordinaria de la gran ciudad que tenemos. 

¿Qué echáis en falta por parte del Ayuntamiento? 

Yo me siento agraciado de poder desempeñar mi labor porque a día de hoy todos sabemos cómo son las circunstancias laborales de la mayoría de las empresas. Sabemos la precariedad laboral que hay en muchas de ellas y en la EMT todos los derechos de los trabajadores están perfectamente subsanados y reconocidos. Damos gracias cada día por estar trabajando en esta empresa. Siempre hay cosas que mejorar, y para eso tenemos la labor de los compañeros de sindicatos y del comité de empresa. Nosotros reivindicamos sobre todo la jubilación a los 60 sin reducciones.

¿Es dura la carga de trabajo? ¿Por qué reclamáis la jubilación a esa edad?

Los conductores nos vemos expuestos a una sobrecarga muy estresante. Es más dura todavía cuando es fuera de la EMT en empresas en las que, por ejemplo, os llevan de excursión. Los compañeros saben cuando salen, pero no saben cuando vuelven. Eso es complicado para el día a día y la conciliación familiar. En cuanto a la jubilación, es que conforme vamos cumpliendo años pues vamos perdiendo facultades en la psicomotricidad. Una persona con 63 o 65 años al frente del volante, que requiere los 5 sentidos al 100%, pues un descuido en esta profesión puede resultar en un accidente mortal. Desde los sindicatos pedimos una reunión junto a la patronal y el Gobierno de España para llegar a un acuerdo y bajar el coeficiente de reducción de la edad de jubilación. Un conductor, a día de hoy, se jubila con 65 años. Nosotros pedimos la reducción a los 60, sin que nos penalice. 

Javier Luque, junto a redactores de Península, en la oficina de la UGT en la EMT / Península
Javier Luque, junto a redactores de Península, en la oficina de la UGT en la EMT / Península

¿En relación a las reivindicaciones y huelgas que hay en el transporte, cómo se está llevando en la EMT? 

Ahora mismo tenemos un calendario previsto. Se suspendió la huelga del día 11 por la dana, pero seguimos adelante con el día 28 y 29. Ya pasaríamos a diciembre con los días 5, 9 y 23. A partir de este último, ya sería huelga indefinida. Estamos negociando con la patronal para no tener que llegar hasta ese punto y tener que hacer una paralización nacional. ¿Es duro? Pues sí, para todos, incluso para nosotros. Por cada día de huelga nos cuesta 190 euros en la nómina. 

¿Qué es lo que más amas de tu trabajo? ¿Y lo que menos?

Lo que más me gusta es conducir. También me viene de familia. Mi abuelo fue conductor, mi padre fue conductor… y ahora lo soy yo. Traigo ese arraigo familiar, me gusta muchísimo el volante. Por otra parte, el trato con la gente me es muy agradable. Llevar a la gente, saber que ha llegado bien… me siento bien con hacer bien mi trabajo. Lo que menos me gusta pues sería el estrés del tráfico. Málaga se ha puesto insoportable. También se va quedando más estrecha por los carriles bicis. Tenemos que cambiar un poco el chip y usar más el transporte público, y también cambiar la tendencia. Para el año 2030 también la EMT quiere que toda su flota sea completamente eléctrica. 

¿Os sancionan si llegáis tarde a las paradas?

El SAE (donde están los jefes de tráfico y distintos inspectores) nos va monitorizando y saben si vamos tarde, pronto… no hay problema porque dan por hecho que si llegas tarde no es porque tú quieras. Además, esto es cíclico. Un sábado a hora punta hay mucha gente en la calle y esto imposible llegar a tiempo siempre. De todas formas, tenemos un tiempo colchón entre paradas para amortiguar ese retardo. Quiero pedirle a la gente desde aquí que sean comprensivos. Hacemos lo que podemos y si nos tienen que decir algo, que lo hagan con buenas palabras y lo trasladaremos a la jefatura.